En Día de verano, Berthe Morisot captura la esencia de un momento pacífico y luminoso durante un paseo en bote por un lago. Esta escena impresionista destaca a dos mujeres elegantemente vestidas, disfrutando de un día soleado. Una de las mujeres, con el rostro vuelto hacia el agua, parece absorta en el paisaje, mientras que la otra mira directamente hacia el espectador con una expresión suave y serena.

La paleta de colores utilizada por Morisot – tonos de verde, azul y blanco luminoso – refleja la calidez de un día de verano, mientras que las pinceladas rápidas y fluidas traducen el movimiento del agua y la ligereza del aire. El fondo verde y la superficie brillante del lago crean una atmósfera de quietud y armonía con la naturaleza. Morisot sobresale en su representación de la ropa, las texturas y los juegos de luz, añadiendo profundidad y elegancia a esta obra atemporal.

Esta impresión artística de Día de verano es ideal para aquellos que desean integrar en su interior una obra que evoca la tranquilidad y la belleza de la vida cotidiana en el siglo XIX. Perfecta para los amantes del arte impresionista, ofrece un toque de luz y poesía a cualquier espacio.